Tradiciones y Leyendas de Navidad

Tradiciones y Leyendas …

... de Navidad

Llega la Navidad… montamos el árbol con adornos y luces, decoramos la casa con guirnaldas y velas, compramos regalos… ¿Por qué lo hacemos? Es una tradición, decimos…

Cada país tiene sus tradiciones navideñas e incluso bonitas leyendas que son el origen de las diferentes costumbres que en estas fechas ponemos en práctica.

En Dmanual hemos recogido algunas de estas interesantes tradiciones y/o leyendas que nacen en un país y con el transcurso de los siglos se popularizan en otros.

Árbol Navidad

Desde tiempos inmemoriales, el árbol había sido un símbolo de fertilidad y de regeneración.

Ancestralmente, en diferentes culturas (babilonios, romanos,..) existía la costumbre de talar un árbol para adornarlo y encender luminarias durante los festivales de invierno. Pero fueron los celtas quienes, durante el solsticio de invierno, decoraron los robles con frutas y velas. Era una forma de reanimar el árbol y asegurar el regreso del sol y de la vegetación.

El cristianismo adoptó y transformó estas costumbres paganas ante la imposibilidad de erradicarlas. Cuenta la leyenda que en el siglo VIII había un roble consagrado a Thor en una región del centro de Alemania. Cada año, durante el solsticio de invierno, se le ofrecía un sacrificio. El misionero Bonifacio taló el árbol ante la mirada atónita de los lugareños y, tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, un árbol de paz que «representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes» y porque su copa «señala al cielo».

En lo que respecta a los adornos navideños que se colocan en el árbol, han ido cambiando con los años hasta los que conocemos en la actualidad, que no están exentos de un significado especial. El más singular y con mayor protagonismo de todos ellos es la estrella, que se coloca en la punta y representa la fe que guía al cristiano, como lo hiciera la de Belén con Sus Majestades. Los otros elementos que no puede faltar en un árbol de Navidad son las luces, que simbolizan la luz de Cristo, o las esferas, dones de Dios otorgados a los hombres, igualmente tan características, además de las bolas. Las campanas significan júbilo y tienen, también, función purificadora y protectora. A la herradura se le atribuye el poder de proteger y las piñas son símbolo de inmortalidad. El propio abeto representa la vida en sí misma.

Hoy en día, el árbol es un elemento imprescindible de la decoración navideña y bajo su figura se ha ido formando la costumbre de colocar los regalos que Papá Noel o los Reyes Magos traen todos los años a los niños.

 

Fuente principal: Historia. National Geographic

Babushka significa ‘gran madre’ en ruso. La historia cuenta que ella era una anciana que fabricaba juguetes artesanales.

Una fría noche de invierno, Babushka se despertó sobresaltada. Su habitación se iluminó con tal intensidad, que parecía de día. La anciana se asomó a la ventana y vio una hermosa estrella que parecía decirla: ‘venga, sígueme’. Pero Babushka tenía frío. Pensó que era una locura salir a esas horas, y volvió a meterse en su cama. 

A la noche siguiente, Babushka tampoco pudo dormir. Esta vez un estruendo la despertó. Trompetas y arpas no dejaban de sonar. Al asomarse a la ventana, la anciana vio un grupo de ángeles que le dijeron:  – ‘Babushka, ven con nosotros. Vamos a Belén para conocer al Niño Jesús, que acaba de nacer’.  Pero Babushka vio la nieve caer y pensó que hacía mucho frío. Decidió volver a su cama. 

La tercera noche, Babushka se despertó sobresaltada al escuchar el ruido de los cascos de unos caballos. Esta vez, al asomarse, vio a los tres Reyes Magos de Oriente, que le dijeron:  – ‘Ven con nosotros, dulce anciana. Vamos a Belén, a adorar al niño Dios, que acaba de nacer’.  Babushka dudó, pero prefirió volver a su cama. Seguía nevando, y afuera debía hacer muchísimo frío. 

A la mañana siguiente, Babushka se arrepintió. Pensó que debía ir a ver al niño Jesús, así que cogió sus juguetes y fue hacia Belén. Pero cuando llegó, en el pesebre ya no había nadie. Babushka se entristeció. Decidió que para compensar aquello, a partir de entonces, todos los 24 de diciembre, noche en la que nació Jesús, iría casa por casa para dejar a los niños un regalo. Ese regalo que le hubiera gustado hacer al niño Dios. 

 

 

Fuente principal: guiainfantil.com

Rudolpf

Hace mucho tiempo, había un reno llamado Rudolph, el único reno en el mundo que tenía una gran nariz roja. Naturalmente la gente le llamaba “Rudolph, el reno de la nariz roja”. Rodolfo estaba terriblemente avergonzado por su enorme nariz tan peculiar, los otros renos se burlaban de él, su padre, su madre y su hermana tambien sentían pena por la desdicha de Rodolfo. Incluso él mismo se sentía muy apenado.

Una noche en víspera de Navidad, Santa Claus estaba preparando su trineo, alistando a todos sus renos, Dasher, Prancer, Vixen y los otros para dar la vuelta alrededor del mundo, llevando regalos a los niños. Pero de pronto una terrible tormenta se desató y la neblina cubrió toda la tierra, evitando que los renos pudieran remontar el vuelo y Santa sabía que con tanta niebla no podría encontrar una sola chimenea.

De pronto, Rudolph apareció para ver que sucedía, su gran nariz brillaba como nunca. Santa sintió que esa era la respuesta a su problema, así que llamó a Rudolph y lo colocó al frente del trineo, adelante de todos los demás renos, como líder. Con esa gran nariz como guía los venados pronto remontaron el vuelo y Rudolph condujo a Santa a cada una de las chimeneas.

Esa terrible noche ni la lluvia, los truenos, la nieve o la niebla pudieron detener a Rudolph que con su gran nariz roja iluminó el camino. Y así fue como Rodolfo se convirtió en el reno más querido y admirado de todos, esa gran nariz que un día lo hizo sentir tan mal, hoy era la envidia de todos en el mundo de los renos. Santa Claus les dijo a todos los renos que Rudolph había sido el héroe y desde ese día Rudolph pudo vivir sereno y feliz.

 

 

Fuente principal: navidad.es

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